LIBRO ORÍGENES DE LAS HABANERAS. ARSENIO RODRIGUEZ QUINTANA
Veinte años, compuesto a dos manos por María Teresa Vera (a quien siempre nombran como única autora) y Guillermina Aramburu (a quien nombran mucho menos como coautora) en la maravilla de concretar esta joya inolvidable de la música cubana.
Por la duda, consulté a quien ha trabajado con paciencia y certeza la vida y la obra de la también guanajayense Guillermina Aramburu, poetisa que sostuvo una profunda amistad con su ilustre coterránea, y a quien le escribió la letra de otra pieza descomunal: Porque me siento triste, tan intensa y desconsolada como Veinte años o quizás más.
Se trata de Gilda Guimeras, mujer cuya escritura abarca un amplio abanico de géneros, y que ya tiene prevista la segunda parte de su libro de crónicas Contada en pocas líneas, donde recoge el texto Buscando a Guillermina, precisamente sobre la coautora de la memorable canción.
Gilda cuenta que, en 1914, a los 20 años de edad, Guillermina, joven de la alta sociedad, hija del reconocido periodista Joaquín Nicolás de Aramburu, contrajo matrimonio, el cual daría como fruto tres hijos.
Pero el tiempo parece no haberle regalado demasiados frutos dulces de esa relación, tristeza que vuelca magistralmente en el texto entregado a María Teresa en 1935, ¿con el expreso ánimo de ser musicalizado?, ¿y el deseo simple de compartir sus penas con una amiga entrañable? Todo pudo ser. Una variante u otra no hacen diferencia.
María Teresa nunca negó el aporte decisivo de su amiga para componer Veinte años, solo que lo hizo –reconoce Ciro Bianchi- sin pronunciar jamás el nombre de alta dama de sociedad que era Guillermina. A no dudarlo, los brutales prejuicios de la época hubieran sido implacables con ambas.
Por eso, recoja lo que recoja el Registro, Guanajay puede sentirse orgulloso de tenerlas a ambas como dos de sus más honorables hijas. Así me lo hicieron sentir en el reciente Coloquio sobre la vida y la obra de María Teresa Vera.
ECURED:
- María Guillermina Oronsia. Nació en Guanajay el 25 de junio de 1894. Fue bautizada el 17 de diciembre del propio año, obrando como padrino Vicente Santo Tomás y Vicioso; amigo personal de Aramburu y miembro de la logia Luz de Occidente, desempeñando igual rol el 10 de julio de 1914 cuando Guillermina contrajo matrimonio con Armando Valdés, natural de Los Palacios y de 30 años de edad. Fue creadora numerosos textos de las piezas interpretadas por María Teresa Vera, iniciadora de la trova femenina en Cuba, encontrándose entre sus obras los boleros – sones Dime que me amas (1937) y Solo pienso en ti (1942), los boleros No me sabes querer (1935), Porque me siento triste (1935), Yo quiero que me quieras (1935), No puedo amarte ya (1934) y No puedes comprender (1930). La habanera Veinte años, escrita en 1935, resultó la más hermosa de sus creaciones, abrazada a una sensible historia de amor y desilusión. No fue hasta muchos años después de la muerte de Guillermina en Nueva York, que la entrañable amiga de la infancia reveló las circunstancias que dieron origen a la habanera que hasta nuestros días se considera joya de la trova cubana, interpretada en reconocidos escenarios nacionales y foráneos en la voz de reconocidas figuras de la música como Omara Portuondo, Compay Segundo y Barbarito Diez.
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