¡¡¡Noticia!!! Nuevo Libro "Notas escritas en Sant Cugat del Vallès. Prosa y Quarantine." Arsenio Rodríguez Quintana. Ediciones Muntaner. 2020



Hace año y medio volví a mudar la piel de mi entorno, salí de Barcelona ciudad tras diecisiete años en el barrio de Gràcia, para saltar detrás del límite natural que impone el Tibidabo, y la imagen icónica de su templo en la montaña y su Cristo en la cima. En realidad, no salté, pasé por debajo de la montaña sobre rieles de ferro que me llevaron hasta aquí, barrio de Sant Domènec cuyo jardín inicial y paseo habituales pasan por el Pont Can Vernet del siglo XIV en el entorno de Can Vullpelleres. Gracias a haber encontrado la piel que habito: Joanna. 
Gracias haber publicado un post el 19 de noviembre 2017 sobre el mejor ajedrecista cubano de todos los tiempos: José Raúl Capablanca, que fue el hilo de Ariadna que me llevó a ella, por ser familia del genio.
Aquí he hallado un entorno natural verde que ha transformado mi silencio y equilibrado mis sonidos.
 Estas leves escrituras de impacto, es mi agradecer literario por la suerte de amar rodeado de una luz que había perdido por años de ciudad, asfalto y hormigón armado.

" Vivo en un pueblo pequeño, en un país pequeño y, sin embargo, quiero que quede bien claro que esto que escribo lo escribo para todos, y que para mí es como si el mundo entero girara en torno al eje de mis poemas"

Martí i Pol
He escrito estos versos en prosa, algunas veces desde el café de la estación de tren con nombre de zorro en latín: Vulpes, o en la passtiseria Sàbat frente al monasterio, otras en el café Tenería, casi todos los textos de la primera parte de este libro, Notas de Sant Cugat, han sido gestados en los paseos ajardinados del entorno del pueblo rodeado de aire libre y naturaleza. Intentado descubrir en el asfalto una identidad nueva con estas referencias.

He salido al balcón con un pandeiro. Poema incluido en el libro 
Notas escritas en Sant Cugat. Prosa y Quarantine


Mientras la segunda parte, Prosa y Quarantine fueron escritos todos en casa, en cuarentena, confinado y confitado de nostalgia, encerrado por Decreto Ley de Emergencia Nacional y sanitaria por la pandemia del coronavirus durante 99 días. 
Vistos, o imaginados desde las ventanas de la cocina, el balcón, las habitaciones donde todo paisaje exterior solo era una invitación a la fuga. Tras la mirada furtiva a través de la nostalgia por no ver y tocar el tiempo pasado con mi hija. El encierro ha sido también una meditación interior con mi cuerpo duplicado en doble por Joanna quien me ha soportado cada latido con la calma de un espejo.

Surgieron por el deseo desesperado de apropiarme de una realidad que no esperaba, la del pueblo y el encierro. No por huir de nada o alejarme, sino para comprender el trazo de un camino que me brindaba una piel. 


Arsenio Rodríguez Quintana. 21 de junio 2020

Así es el tono de estas notas, ilustradas



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