Tue, 20 Mar 2012 10:39:40 +0000
Estimado Arsenio:Espero que no le importe que salga de la nada y le escriba así sin más.Le escribo desde la Universidad de Cambridge, donde soy estudiante de posgrado, llevando a cabo un proyecto de investigación acerca de la recepción de la tradición grecorromana en la literatura hispana. Hace poco leí su poemario Síndrome de Ulises, lo que, además de gustarme muchísimo y hacerme pensar un montón, me llamó mucho la atención por su tratamiento del personaje de Ulises. Ulises siempre aparece en contextos literarios muy interesantes! Además me interesa actualmente como el fenómeno médico-psicológico llamado el síndrome de Ulises y sólo descrito por el doctor Achotegui Loizate hace un par de años se ha ido filtrando por la conciencia popular y ha acabado siendo ya algo tratado en la literatura. (Me refiero a su antología y también a la novela El síndrome de Ulises de Santiago Gamboa.)Le quería preguntar si le importaría contestarme un par de preguntas acerca de su obra, si es que tuviera un ratito libre. Las preguntas son más bien cortas, y de hecho se las puedo decir ahora mismo. Ante nada le tengo que confesar que últimamente el proyecto del Máster se ha ido desarrollando en otras direcciones y de momento tengo que concentrarme más bien en otros aspectos del fenómeno, así que por favor no se demore mucho en contestar mis preguntas. Para decirle la verdad de momento es más bien por interés mío, aunque ojalá pueda volver a tratar el tema en un plan académico en otro momento.Lo que más quería saber era si usted conocía la obra exílica del poeta latino Ovidio. Había varios momentos en sus poemas que me recordaron mucho a los poemas de Ovidio escritos desde el exilio a la orilla del Mar Negro. Bueno, esta pregunta es por puro interés, porque quería saber si usted quería evocar a Ovidio o si soy sólo yo quien aporta la conexión al texto. Luego quería saber qué significa para usted el personaje de Ulises, y qué opinión tiene del así llamado síndrome de Ulises como fenómeno médico y como fenómeno literario.Le agradezco mucho su tiempo en leer todo esto, y más aún si resulta que tiene tiempo para contestar cualquier cosa. Le repito que actualmente puede que no vaya a poder escribir tanto acerca de los textos hispanos como en un primer momento quería, pero espero poder volver a tratar el tema mucho más a fondo en otro momento. No puedo sacarme de la cabeza la frase "Soy un grupo de textos" en su poema Escales mecaniques - Ovidio dijo algo muy parecido.Gracias y muchos saludos,MayaMaya Feile TomesMPhil Candidate, Faculty of Classics256 King's College
Cambridge CB2 1ST
2012/3/21 arsenio rodriguezMaya:
No creo que tenga una referencia clara con Ovidio a nivel literario, creo que mi referencia más potente sobre Ulises, es sin duda, la novela de Joyce. Es el libro junto con Paradiso de José Lezama Lima, (novela publicada en La Habana, 1966) que más he leído y releído. Me gustaría que esa asociación que haces de mis textos con Ovidio me dieras tus referencias pues lo he hecho inconsciente.
Claro cuando escribí estos textos (entre 2000-2004) quizás lo hice con la visión de mi mismo y la referencia de Ítaca (Cuba) , y más que como Nostalgia, no crea que tenga nostalgia, pues todo lo que quiero saber de Cuba lo sé a través de una basta información en Internet, quizás me acerco más a un Síndrome, o sea, una dependencia clara de un estado mental donde mi cultura y capacidad intelectual y social se vio culminada. Con premios literarios, publicaciones, profesión de Historiador del Archivo Nacional de Cuba.
Llegar a Europa que era lo máximo, en cuanto a deseo de alcanzar los sueños de todo lo que había imaginado, significó subir una cumbre, pero junto a esto también fue bajarla a nivel social y espiritual, pasé de escritor e historiador, a obrero, y de ahí surge ese síndrome por un mundo perdido (Ítaca) del cual voy buscando por cada rincón de España, París, Venecia, Bruselas y ahora, New York o Miami. Lo interesante y contradictorio es que tampoco quería (ni quiero) volver a Cuba, (Paradiso perdido de Milton) quizás añoraba haber sido lo que fui, pero no quería volver, esto unido a que tuve que esperar hasta dos años para poder tener un permiso de residencia.
Lo de “soy un grupo de textos” va más allá de este libro. Es algo que he sabido siempre que es lo que soy. De todas las casas que he vivido, de toda la vida que he experimentado, solo mis textos son fieles a mí, no en el sentido literal, sino en el ámbito del refugio que significan cuando todo lo que me rodea me hunde, se hunde o lo hundo con mis errores. Cuando llegué a Sevilla, leía y releía lo que había escrito para saber y sentir que había existido, que no era posible ser el mismo que tenía que dar clases de salsa para sobrevivir.
Mis textos, notas y publicaciones, en época de alza, me hacen sentir que nada de lo que puedo alcanzar es tan importante, pues es algo que puedo perder, sin embargo lo que he escrito, y lo que sigo escribiendo, no falla nunca, es lo que soy.
Creo que Síndrome de Ulises, fue un puente que intenté construir entre la vida que había abandonado en el Caribe y la vida que tenía por delante y era difícil de descifrar.
No sé si esto te ayuda. Un saludo y gracias por acercarte a mis textos.
Saludos.
(Coincidencias insólitas, mi niña de tres años se llama Maya)
Estimado Arsenio:Muchísimas gracias por tu respuesta el otro día y perdona por no haberte contestado antes - tuve que ir imprevistamente un par de días a Londres.En cuanto a lo de Ovidio - ya me imaginaba que el vínculo era algo que aportaba yo a tu texto porque me leí toda la obra exílica de Ovidio poco antes de leer tu antología, así que por esos días veía a Ovidio por todas partes. Lo que pasa es que el personaje de Ulises también le fascina a Ovidio y se compara constantemente con él (aunque con Ovidio lo que pasa es que Ovidio sale ganando porque dice haber viajado y sufrido mucho más que Ulises!), y de hecho creo que el ensayo que voy a escribir ahora va a acabar siendo un estudio de la recepción del personaje de Ulises en la obra ovidiana. Con lo de "soy un grupo de textos" - eso me ha hecho pensar en especial en Ovidio porque él se identifica cada vez más con sus textos a medida que pase el tiempo en el exilio; desea que se pudiera convertir en sus propios libros porque los manda a Roma para que se publiquen allí, así que a los textos les está permitido lo que a Ovidio no (o sea, volver a Roma). Escribe varios poemas en que habla con su libro antes de que éste emprenda el viaje a Roma y le cuenta al libro cómo va a ser su nueva vida en la ciudad. Hay algunos momentos muy bonitos; de hecho tengo que releer su obra en los próximos días de todos modos, así que te puedo mandar referencias más exactas cuando las encuentre si quieres. Sin embargo debo anotar que Ovidio, igual que tú, siempre se ha sentido muy identificado con sus textos - no es sólo algo que le pasa en el exilio, aunque asuma una dimensión distinta en esa fase triste de su vida. (Aunque interesantemente también dice algo muy distinto de lo que tú me dijiste, o sea tú dijiste que sólo tus textos eran fieles a ti; a Ovidio le pasa lo contrario, porque un texto suyo que no le gustó al emperador acabó siendo uno de los motivos por los que lo exiliaron, así que se refiere a ese texto como infiel y hasta dice que el texto ha sido "parricida", arruinandole la vida a su mismo creador. Pero lo dice siempre irónicamente porque la paradoja - y él lo sabe - es que será a través de sus textos que él accederá a la vida eterna, como efectivamente ha sido, porque los sigo leyendo yo hoy mismo, por ejemplo.)Gracias por todos tus comentarios acerca del personaje de Ulises y el síndrome de Ulises, y por mandarme el link a tu blog - de hecho ya lo había descubierto y fue a través suyo que encontré tu email.Si tu novela con el protagonista Ulises si publica algún día, me encantaría saberlo.Estamos en contacto -y saludos para la otra Maya!Maya
Maya releo tu Mail y me ronda una idea en la cabeza. Ovidio no tenía la misma perspectiva que yo del exilio. Él no eligió irse, a él lo echaron por un texto, es normal que piense que un texto suyo le era infiel. Y quizás quiso desterrarlo de su obra, creo que estamos hablando de los textos eróticos que no le gustaron al emperador,creo Octavio no? En fin, en mi caso a mi no me desterró nadie, yo elegí irme y mis textos hasta mi partida fueron el sostén de las mejores cosas que logré viviendo en mi país.Ahora hay una coincidencia extraordinaria que te agradezco, es el hecho de que él vuelve a través de sus textos. Sabes que desde que escribo el blog por instancia sobre todo de mi esposa, me leen hispanos de 93 países. Y sabiendo que el acceso a internet esta muy limitado en Cuba, ver que desde mi país se conectan para leerme es tener la misma sensación de que leen mi piel de exilio allí y eso me fascina enormemente.Un saludo
Hola Arsenio, estoy completamente de acuerdo con lo que dices. Claro que hay muchísimas diferencias tanto históricas como formales entre tu obra y la de Ovidio, pero también, como tú dices, unas coincidencias claves; y lo que a mí me llama mucho la atención es el rol del personaje de Ulises, a quien en la conciencia popular se asocia sobre todo con los viajes, el exilio, la aventura, la añoranza, etc., o sea el "estar fuera de casa", pero que al fin y al cabo (y eso se olvida muchas veces) sí que volvió a casa. Ese hecho se suele o olvidar o no mencionar porque Ulises se ha convertido en el exiliado paradigmático, pero para mí (y para muchos estudiosos de este tema) este aspecto de su historia es prácticamente lo más importante para los textos exílicos (y para el concepto de "Ulises" en general): dure lo que dure el exilio, Ulises siempre vuelve a Ítaca, igual que los textos de quienes escriben desde el exilio siempre "vuelven". La mente vuelve, los textos vuelven - uno no puede dejar de ser Ulises viajando pero luego volviendo siempre a casa, aunque no se vuelva físicamente a su país de origen.Maya
| 27 mar. 2012 12:25 | |||
domingo, 25 de febrero de 2018
¿Recuerdas el día que te fuiste del país?
"Ya estaba a punto de amanecer el día en que César me ordenaba traspasar las fronteras de Ausonia; ni la disposición del espíritu ni el tiempo consentían los preparativos del viaje, y un profundo estupor paralizaba mis energías." "No me cuidé de escoger los siervos, los acompañantes, los vestidos y lo que necesita quien parte al destierro; estaba tan atónito como el hombre que, herido por el rayo de Jove, vive y no se da cuenta de su vida. Así que el exceso del dolor disipó las nubes que ofuscaban mi mente y comencé a recobrar los sentidos, resuelto a partir, dirijo las últimas palabras a mis inconsolables amigos... (...)"
"Me separo con esfuerzo como si me arrancasen los miembros y mi cuerpo se rompiese en dos partes; de tal modo se dolió Metio cuando los caballos vueltos en sentido contrario le despedazaron en castigo de su traición." Ovidio. 'Las Tristes.'
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